DRAGON BALL Z (Bola de Dragón Z) (2 de 3)

Después de volver todos a la Tierra (Goku volvió más tarde, por que la batalla con Freezer se prolongó unos capítulos más de lo previsto) y pasar unas cuantas aventurillas varias (problemas con vampiros y eso) llegó la tercera gran saga de Dragon Ball Z: la saga de Célula.

Vegeta se había casado con Bulma (¿hola?) y habían tenido un retoño: Trunks. Éste mismo personaje, pero un poco más crecidito, vino del futuro para avisar de un terrible peligro: El doctor Gero había creado varios androides e intentaría destruir el mundo con ellos. Después de derrotar fácilmente a un par de androides primarios, el doctor, malherido, vuelve a su base y activa a tres nuevos androides, C-16, C-17 y C-18 (que por cierto, les dio la venada de matar a su señor creador), y fueron a destrozar el mundo, más que nada porque les apetecía.

Goku, que estaba enfermo, no podía hacerles frente, pero ahí estaban todos sus aliados. Y poco después apareció Célula, un bichejillo verde que para crecer tenía que comerse a los androides. Y mató a C-16 y se comió a los otros dos. Poco después, retó a todos los humanos del mundo a un Gran Torneo de Artes Marciales.

Ahí fue cuando Satán (supuestamente el hombre más fuerte del mundo… porque claro, Goku y tal hacía tiempo que no participaban en los torneos). Célula lo retó con facilidad… EL torneo se prolongó durante muchísimos episodios, muchos perdieron la vida, entre ellos Goku (otra vez, sí), y finalmente Son Gohan fue el que al final consiguió derrotar al superpalo-malísimo de turno.

Pasaron los años, Goku seguía muerto, pero no se sabe de dónde salió su hijo pequeño: Son Goten. Gozan ya era maor, se fue al instituto a estudiar, y allí conoció a Videl (la hija de Satan). Empezó una relación con ella, y adoptó una nueva identidad: la del guerrero enmascarado, para luchar contra el crimen y tal.

To be continued…