Summerland

Summerland no es una serie muy diferente a las típicas series de verano de la WC. Tenía un principio brutal, un episodio piloto (And so the day begins, first part) que calificaría como obra de arte. Y a partir de ahí la serie se convirtió en otra Malibú o California Dreams. Pero merecía la pena ver, digo yo que será por eso por lo que fue renovada por una segunda temporada.

Estaba protagonizada (y creada, producuda, dirigida, etc...) por Lori Laughlin (Full House [Padres Forzosos]) en el papel de Ava Gregorya, una diseñadora de moda que un día recibe la noticia de que su hermana y su cuñado han fallecido y le han dejado algo en herencia: la custodia de sus tres hijos: Bradin (interpretado por un espectacular Jesse McCartney, que demuestra que además de cantar sabe actuar), que enseguida se integrará y descubrirá su pasión por el surf; Nikki, que no supererá la muerte de sus padres e intentará ocupar su lugar; y Derrick (Nick J. Benson), el más pequeño, que hará lo imposible por ir al cielo para reencontrarse con su madre.

Pero la cosa no es tan simple. Ava no vive sola. comparte piso con Johhny (Shawn Christian), con el que vivirá una historia de amor; Susannah (Merryn Dungey, Alias), su compañera y mejor amiga; y Jay (Ryan Kwanten), el típico chico australiano loco por el surf. Y los cuatro no son sólo compañeros de piso, los une una amistad que será puesta a prueba con la incorporación de los chicos a la convivencia. Y pasará momentos difíciles, pero es tan grande que siempre saldrá adelante.

El reparto lo completan Erika (Taylor Cole), que trabaja para Jay y da clases de surf a Bradin. Entre los dos se disputan el corazón de la chica. Y Cameron (Zac Efron, High School Musical 1 y 2), un chico que conocerá Nikki hacia la mitad de la primera temporada y que se quedará en la serie para salvarla de su obsesión por ser la madre de sus hermanos.

En definitiva, una serie típica, pero que merece la pena ver. Y si no es por su calidad (que también), por sus actores, actrices y extras que se pasan los capítulos en bañador.